El león apresado por el labrador
Entonces el labrador, temiendo por su propia vida, abrió la puerta.
Se fue el león, y la esposa del labrador, al oirlo quejarse le dijo:
-- Tienes lo que buscaste, pues ¿ por qué has tratado de encerrar a una fiera que más bien debías de mantener alejada ?
Si te metes a competir con los más poderosos, prepárate antes muy bien. De lo contrario saldrás malherido de la contienda.
La Gallina de los huevos de oro
Un granjero y su esposa tenían una gallina que ponía un huevo de oro cada día.
Supusieron que la gallina debería contener un gran terrón del oro en su interior, y para tratar de conseguirlo de una sola vez, la mataron.
Haciéndolo así pues, encontraron para su sorpresa que la gallina se diferenciaba en nada de sus otras gallinas.
El par de ingenuos, esperando llegar a ser ricos de una sola vez, se privaron en adelante del ingreso del cual se habían asegurado día por día.
La paloma y la Hormiga
Obligada por la sed, una hormiga bajó a un manatial, y arrastrada por la corriente, estaba a punto de ahogarse.
Viéndola en esta emergencia una paloma, desprendió de un árbol una ramita y la arrojó a la corriente, montó encima a la hormiga salvándola.Mientras tanto un cazador de pájaros se adelantó con su arma preparada para cazar a la paloma. Le vió la hormiga y le picó en el talón, haciendo soltar al cazador su arma. Aprovechó el momento la paloma para alzar el vuelo.
Siempre corresponde en la mejor forma a los favores que recibas. Debemos ser siempre agradecidos.
La zorra y los racimos de uvas
Estaba una zorra con mucha hambre, y al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca.
Mas no pudiendo alcanzarlos, se alejó diciéndose:
-- ¡ Ni me agradan, están tan verdes... !
El asno en la piel de león
Un asno, habiéndose puesto una piel de león, vagaba en el bosque y se divertía él mismo asustando a todos los animales ingenuos que él se encontraba en sus vagabundeos.
Por fin encontrando a una zorra, trató de asustarla también, pero la zorra apenas oyó el sonido de su voz exclamó:
-- Posiblemente yo podría haber sido asustada también, si no hubiera oído tu rebuzno.--
Al mejor falsificador siempre le sale algún error.
Las gallinas y la comadreja
Supo una comadreja de que en un corral había unas gallinas enfermas, y disfrazándose de médico, cogió los instrumentos del oficio y se acercó al gallinero. Ya en la puerta, preguntó a las gallinas que cómo les iba con su salud.
-¡Mucho mejor si tú te largas!- le respondieron.Si somos precauciosos, podremos descubrir las falsas poses de los malvados.